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2-Istoria ramane pasiunea mea nr-1!
18 de diciembre de -218. Batalla de Trebia: el primer gran triunfo de Aníbal sobre los romanos.
1º. Declarada la guerra a principios del -218 entre Cartago y Roma, el Senado acordó enviar al cónsul Sempronio Longo con un ejército a Sicilia, para invadir África; mientras, otro, bajo el cónsul Publio Escipión, invadiría Hispania. No obstante, los cónsules entraba en el cargo en marzo, y entre reclutar las legiones y flotas, acopiar provisiones y otros preparativos, así como una oportuna rebelión de los galos del norte de Italia que les obligó a desviar tropas, hizo que sólo a finales del verano se pusieran en marcha.
2º Ante esa situación, la decisión de Aníbal de invadir Italia desde Hispania por tierra, atravesando los Alpes, era la única estrategia viable para tratar de vencer a Roma: llevar la guerra directamente a su suelo. Pero con una Roma dominando los mares, no había otra ruta alternativa. El viaje fue una odisea en sí, y tomó por sorpresa a los romanos: cuando llegó a Marsella, Escipión tuvo las primeras noticias de Aníbal que avanzaba hacia los Alpes. Con gran inteligencia, envió a su ejército, bajo el mando de su hermano Cneo Escipión Calvo, a invadir Hispania, mientras él regresaba a Italia, y tomando el mando de las tropas que había sofocado la invasión gala, acudió a hacer frente a Aníbal.
3º.- Éste logró atravesar los Alpes en una dura marcha en noviembre del -218. En el trayecto desde Hispania, entre bajas por combates, enfermedades, el duro cruce de las montañas y sobre todo deserciones de aliados hispanos, su hueste quedó reducida a 20.000 infantes (12.000 libios y 8.000 hispanos) y 6.000 jinetes. Tomó la ciudad gala de Turín para intimidar a las tribus que no le eran amistosas y obtener provisiones. Luego dirigió sus tropas contra el cónsul Escipión; se enfrentaron en una escaramuza de caballería en el río Tesino: los romanos fueron vencidos y el cónsul herido. Aunque de pequeña escala, el combate dio prestigio a Aníbal: los galos les proporcionaron provisiones y muchos se le unieron , aumentando sus tropas.
4º- Con el cónsul herido, el Senado convocó a su colega Sempronio Longo, que en un rápido trayecto de 40 días, llevó sus legiones desde Sicilia al norte de Italia, uniéndolas a las de su colega (que estaba acampado junto a la colonia romana de Plasencia) y sumando unos 16.000 legionarios romanos y 20.000 aliados itálicos, 1000 jinetes romanos y 3000 aliados, 6000 velites, y un número indeterminado de tropas aliadas galas.. Dado que el año consular terminaba en marzo, Sempronio estaba decidido a obtener una rápida victoria antes de cesar en el cargo: una victoria de sus velites y caballería sobre una partida de forrajeo de Aníbal le dio aun más ánimos.
5º. Aníbal necesitaba una victoria, tanto por su estrategia de guerra, como para mantener el apoyo de los galos. Pero no podía permitirse sufrir bajas, así que planeó cuidadosamente la batalla, explorando los alrededores de Plasencia, cuya llanura le venía bien para la batalla. Durante varios días sostuvo escaramuzas de caballería contra los romanos. El día antes a decidir desencadenar el combate, envió a su hermano pequeño Magón a esconderse con un contingente de 1000 jinetes y 1000 infantes en un pequeño valle cubierto de espesa vegetación, para caer sobre la retaguardia romana. Luego, hizo que sus tropas durmiesen, se levantasen pronto y tomasen un copioso desayuno. Y al alba, amaneció un día frío invernal, con nieve y viento. Aníbal hizo avanzar a su caballería ligera númida a través del río Trebia y atacar directamente las defensas exteriores del campamento romano, para, tras sostener un combate breve arrojando lanzas y jabalinas, retirarse fingiendo que huían. Mientras, Aníbal arengaba a sus bien alimentados y descansados oficiales y soldados, y les explicaba su plan de combate. Los romanos, alarmados, salieron a hacerles frente, sin desayunar; al ver que se retiraban, Sempronio ordenó desplegar a sus tropas para perseguirlos. La caballería se retiró a través del gélido río Trebia, y los legionarios romanos lo cruzaron, mojándose, para luego desplegarse, en las varias horas que tardaba un ejército entero en desplegarse. Y así, ambos ejércitos, en aquel frío día invernal en el que caía aguanieve, se desplegaron: los romanos, en ayunas y empapados; los púnicos, con el estómago lleno y secos.
6º. Los romanos se desplegaron en su forma habitual: las legiones romanas en el centro, los aliados itálicos a los lados, y la caballería en los flancos. Aníbal desplegó en primera línea 8.000 jabalineros y honderos, luego una línea de 20.000 infantes pesados, con sus tropas más débiles, los galos, en el centro, respaldados por sus tropas hispanas; sus tropas libias y cartaginesas, armadas en modo falange griega, fueron situadas en los lados, y en los flancos sus 10.000 jinetes hispanos, númidas y galos, en los extremos, precedidos por los pocos elefantes que le quedaban.
7º. El combate comenzó con lluvias de jabalinas y piedras por las infantería ligeras ambos bandos: los 6.000 velites romanos, en inferioridad frente a los 8.000 de Aníbal, y que habían malgastado muchas contra los númidas, pronto quedaron en desventaja. Cuando los legionarios romanos avanzaron, Aníbal retiró a sus escaramuzadores, que se replegaron a los flancos, para dar cobertura a su caballería. Aníbal dio entonces orden a sus elefantes y jinetes de cargas. La caballería romana, compuesta por los ciudadanos más ricos, era de normal un cuerpo de élite, capaz de ganar batallas en circunstancias ordinarias; pero aquellas no lo eran. Estaban cansados tras perseguir a los númidas; sus caballos se asustaban ante el olor y presencia de los elefantes; las pedradas de los honderos baleares dañaban a sus monturas, y la caballería pesada hispana y gala, más descansada, rompió sus líneas rápidamente. Dándose a la huida, dejaron desprotegidos los flancos de las legiones.
8º. El choque entre ambas infanterías pesadas fue brutal, largo y sangriento. Sólo las unidades de hastatii (los más jóvenes) y de princeps(hombres jóvenes pero más veteranos) superaban a toda la infantería de Aníbal; los cuerpos de triarii (veteranos romanos) suponía una reserva adicional. Sostuvieron la posición durante largo tiempo. Pero entonces Aníbal hizo cargar a su caballería, elefantes e infantería ligera por los flancos y la retaguardia, y las tropas de Magón salieron de su escondite para atacar la retaguardia. Los aliados de los flancos se hundieron, y fueron masacrados en su huida, en especial al volver a cruzar el río Trebia; pero en cambio, las legiones propiamente romanas del centro quebraron las líneas galas de Aníbal. En cualquier otra batalla, ello hubiese supuesto una victoria: pero con sus flancos hundidos, y la retaguardia atacada, a Sempronio y sus legiones supervivientes(unos 10.000) no les quedó otra que replegarse en formación en dirección a Plasencia. Sólo la lluvia y la nevada salvó a los romanos de un desastre aun más total. Aníbal tuvo pocas bajas en la batalla, pero el frío de los días posteriores se cebó en sus hombre y sobre todo sus elefantes, que salvo uno, murieron.
9º. Consecuencias: a) Para Aníbal fue una victoria total: le otorgó el favor de los galos, que le acogieron y alimentaron en aquel duro invierno hasta la primavera, y le suministraron refuerzos. Dio a sus tropas experiencia de combate contra un enemigo nuevo, y cuyas armas y despojos sirvieron para equiparse. Y supuso el culmen a una dura apuesta para invadir Italia partiendo desde Hispania, confirmando que su acierto.
b) Para los romanos, supuso perder dos ejércitos de campaña, y forzarlos a un cambio geoestratégico de calado: cancelar la invasión de África (que no se retomaría hasta el -205), ver perdidas sus conquistas al norte de Italia, y dejar Italia expuesta a la invasión de un ejército enemigo victorioso.
c) Para los galos, (salvo por los bastiones romanos de Plasencia y Cremona), implicó recuperar la independencia perdida en las guerras del -225/-220, así permanecerían durante 30 años.
Atentamente, el autor ©Jose Miguel Delgado Valerio.
Fuentes clásicas: “Historia Universal” de Polibio; “Ab urbe condita” de Tito Livio.
Fuentes modernas: “La caída de Cartago” de Adrian Golsworthy.
En las imágenes: 1º Los númidas y honderos baleares atacan a los legionarios romanos que cruzan el gélido río Trebia en mitad de la nevada. Autor: Donato Spedaliere. 2º. Campaña de Aníbal del -218. Fuente: web Arrecaballo. 3º. Batalla de Trebia. Autor: original de Sémhur, traducción Mushii (Wikipedia Commons)