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16 de noviembre de -42. NACE EL EMPERADOR TIBERIO, SIN DUDA, UNO DE LOS MEJORES GENERALES DE LA HISTORIA DE ROMA.
(Versión extendida)
1º. ¿Sabías que Tiberio dirigió 8 guerras como general, sumando casi 18 años en el frente? ¿Que salvo la última, ganó las demás? ¿Qué nunca fue derrotado? ¿No, verdad? Y sin embargo... lo de los “pececitos” de Capri lo habrás leído mil veces... Tiberio Claudio Nerón podía haber pasado al olvido como su inmediatos ancestros, patricios empobrecidos; pero su madre Livia Drusila se casó con Augusto, que siempre tuvo afecto por sus hijastros Tiberio y Druso, a los que quiso como hijos, y muy pronto entregó responsabilidades de gobierno.
2º. Su primer cargo (-24) fue cuestor de la Annona (suministro de trigo para Roma), en un período de hambruna. Tiberio actuó con energía, adquiriendo el grano a los especuladores y repartiéndolo de forma gratuita entre la población; luego, realizó una inspección en las “ergástulas” de Italia, las “chozas” donde se encerraba a los esclavos... y donde los muchos dueños encerraban viajeros. Ambas medidas le hicieron muy popular. Tras ello, vinieron los mandos militares.
2º. Tiberio fue uno de los mejores generales del Imperio romano. Dirigió gran parte de las conquistas del reinado de Augusto: los Alpes, Retia, Nórico, Iliria, Panonia y Germania. Es cierto que contó con los recursos necesarios y el respaldo del poder central (su padrastro Augusto). Pero es uno de los pocos que nunca sufrió una grave derrota; y tampoco se le recuerda por vencer en una épica batalla, ya que anteponía “la eficacia a la gloria”, y era un general prudente que prefería ganar las guerras sin arriesgar todo a un gran y decisivo combate... que podía salir bien... o torcerse. Así, “no hubo ocasión de victoria que Tiberio juzgara oportuna sin sopesar la pérdida de sus legionarios y siempre le pareció que la máxima gloria estaba en la máxima seguridad”.
3º. La preocupación por sus tropas fue otra características como general: atendía su salud: “no hubo nadie cuya salud o estado físico no fuera objeto de cuidado (…) ni médico, alimento o material de baño faltaron”. También impuso disciplina pero con moderación: “se amonestaba con frecuencia, había correctivos, muy raramente castigos”. Eso contrasta con el estilo de generalato de su sobrino Germánico, ávido de gloria, pero que no reparaba en bajas y riesgos: las campañas de Germánico costaron muchas tropas, casi acabó atrapado un nuevo Teutoburgo.
4º. La 1ª guerra (-21) de Tiberio fue épica: al mando de un enorme ejército, restauró al rey de Armenia, derrocado por los partos, que se asustaron y negociaron: y Tiberio tuvo el prestigio de traer las águilas y los prisioneros perdidos por Craso en Carrae. Aunque no libró ningún combate, para los romanos, era muy glorioso que un enemigo se rindiese reconociendo su poder: uno de los mayores logros de Trajano para sus coetáneos fue conquistar Armenia (115) sin combatir, aceptando la rendición de su rey. Eso nos da una medida de la popularidad que Tiberio logró con la guerra armenia.
5º. Su 2ª guerra (-17/-16) fue acompañando a Augusto para castigar a los germanos, que habían aniquilado a la Legión V, llevándose su águila. Más dura fue su 3ª guerra (-15/-14), que realizó junto a su hermano Druso para someter a las tribus de los Alpes, asegurando los pasos hacia la Galia y el Danubio, cuya fuente conquistó. No fue una campaña glamurosa ni hubo botín, pero la importancia geoestratégica de asegurar los pasos de montaña era vital, y la dificultad logística y del terreno enorme. Pero los hermanos, atacando desde dos frentes, subyugaron todos los Alpes.
6º Su 4ª guerra (-13/-10) fue aun más ardua, completando los planes iniciales de Julio Cesar: someter Iliria, Dalmacia y Panonia hasta el Danubio. Era un terreno abrupto, de valles y montañas, pobladas por aguerridas tribus. Tiberio implementó una terrible política de devastación y venta masiva de la población como esclavos. Tras duras campañas, actuando en varios frentes, y en la que incluso venció a los fieros dacios, logró la sumisión de los ilirios y panonios... y el acceso a sus minas de oro y plata.
7º. Pero entonces los problemas emocionales comenzaron a llegar. Casado (y perdidamente enamorado) con Vipsania, la hija de Agripa y su primera esposa, al morir éste (-12), el emperador Augusto tomó una drástica decisión (-11): obligó a Tiberio a divorciarse de su esposa (Vipsania) para casarse con la madrastra de ésta, Julia, la hija de Augusto y tercera esposa y viuda de Agripa... que también era su hermanastra, pues Tiberio y Julia se criaron juntos en casa de sus respectivos padres, Livia y Augusto. Julia estaba enamorada de Tiberio, pero éste lo estaba de Vipsania. Y la relación emocional se fue deteriorando, sobre todo con la muerte del único hijo que tuvieron... y las largas ausencias de Tiberio en la guerra. Porque en el -9 murió la persona que Tiberio más quería tras Vipsania: su hermanito Druso. Enterado, Tiberio cabalgó centenares de km para cogerle la mano mientras agonizaba, y luego llevó su cadáver a Roma. Y luego, se hizo cargo de la terrible guerra de Druso libraba cuando se cayó del caballo: contra los germanos.
8º. En su 5ª guerra (-8/-6) Tiberio llevó las águilas de las legiones hasta el río Elba, y buen parte de Germania hasta ese río quedó sometida a Roma. Augusto entonces pensó en enviarlo hacia el Este... pero entonces, para sorpresa de todos, Tiberio renunció a todos su cargos. En la República lo habitual era que un senador estuviese como general, como mucho, uno o dos años (como magistrado y promagistrado). Pero las muertes de Agripa, Druso y Marcelo dejaron a Tiberio como el único adulto de la familia imperial capaz de dirigir las tropas en combate: por tanto, llevaba toda su juventud, 11 años seguidos, como general en jefe en complicadas guerras... con todo el desgaste físico y sobre todo mental que supone.
9º Su relación con Julia, que le era sistemáticamente infiel, era desastrosa... pero no podía decirle a su suegro, que era su “jefe” y emperador, lo que ocurría realmente. Y Tiberio desconfiaba de sus hijastros, antiguos cuñados, Cayo y Lucio Cesar, que había sido adoptados por su abuelo como hijos... y virtuales herederos. Se sintió utilizado como un reemplazo hasta que Cayo y Lucio fueron mayores. Renunciando a todo, se retiró a Rodas. Y Augusto montó en cólera, pero sobre todo se sintió decepcionado con su hijastro, al que quería como un hijo: la marcha de Tiberio dejaba a Augusto, de 60 años, sólo al frente del Imperio, sin un hombre adulto en quien apoyarse, pues sus nietos apenas tenían 13 y 11 años. Tiberio permaneció en Rodas; cuando pidió volver, Augusto se negó; pero una vez que Augusto descubrió, con rabia y tristeza, la conducta de su hija Julia, a la que exilió (-2), sí permitió volver a Tiberio, aunque como ciudadano particular.
10º Pero en el 2 su nieto Lucio murió de fiebres; en el 4, su otro nieto y heredero, Cayo, murió tras una herida infectada. Augusto debió improvisar un nuevo sistema sucesorio.. y se reconcilió con su hijastro.. En mayo del 4, obligó a Tiberio a adoptar a Germánico (que era sobrino de Tiberio, como hijo de su hermano Druso; y que además, era sobrino-nieto de Augusto, como nieto de su hermana Octavia; y al que casó con Agripina, nieta del propio Augusto); luego, Augusto adoptó como hijos a Tiberio, y al último nieto que le quedaba, Póstumo Agripna. Así, Augusto se aseguraba 4 herederos: Tiberio y Póstumo, sus nuevos “hijos”, y dos nietos: Germánio y Druso (hijo biológico de Tiberio y Vipsania). Tiberio, el único “senior” entre ellos (46 años) recibió mayor rango, siendo investido con los poderes legales del emperador: la tribunicia potestas (poder de los tribunos de la plebe) y el impeium proconsulare maius (mandato mayor de procónsul sobre las provincias militares). Y fue enviado a su enésima guerra.
11º. La 6ª guerra de Tiberio (4-6) fue de nuevo contra los germanos: tras aplastar a varias tribus (4), invadió el corazón de Germania (5) en un ataque por tierra y a través del mar, remontando el río Elba. Demostró que podía atacar cualquier punto de Germania, y aunque fue atacado varias veces en su retirada, salió indemne, y los nobles germanos buscaron su alianza. En el 6, preparó una gran campaña contra el poderoso rey Marbod de los marcomanos. Marbod, habiéndose criado en Roma, adiestró a sus decenas de miles de guerreros al estilo romano, y era un vecino peligroso. El plan era que Sencio Saturnino atacasen desde el Rin, y Tiberio y Valerio Mesala desde el Danubio, cogiendo a Marbod en dos frentes. Pero entonces estalló la tormenta.
12º. Los romanos convocaron a los auxiliares ilirios, hombres adiestrados a la romana, que había ayudado a las legiones en sus guerras. Cuando los ilirios vieron su fuerza reunida, se sublevaron, bajo el liderazgo de dos caudillos llamados Bauto. Suetonio la definió como “la más seria de todas las guerras desde la de Cartago”. Y no exageraba: el historiador Veleyo Patérculo, que luchó en ella, indica que eran 200.000 rebeldes, de ellos 90.000 guerreros y 6.000 jinetes, insisto, armados y adiestrados a la romana. En una región vecina de Italia, que podían invadir en pocas semanas. Augusto entró en pánico, y decretó levas generales e impuestos no vistos desde la guerra de Aníbal, y ordenó a Tiberio cancelar la guerra germana y someter Iliria de inmediato. Tiberio marchó con 4 legiones y envió a Valerio Mesala como vanguardia con la Legión XX, que no estaba completa; pero fueron rodeados por 20.000 ilirios. Sin embargo, los legionarios resistieron por la firmeza de Valerio, lograron romper el cerco, y fingiendo huir, tendieron una emboscada a los ilirios, derrotándolos. Valerio recibió los “ornamentos triunfales” por su gesta, y Tiberio pudo ocupar Siscia, impidiendo que la rebelión se extendiese hacia la Iliria cercana a Italia. Mientras, el gobernador de Moesia, Aulo Cecina, impidió que conquistasen la gran ciudad de Sirmium. Pero los ilirios conociendo el terreno, “no presentaron batalla” a Tiberio, llevaron la devastación a los que permanecían fieles a Roma.
13º. Sin embargo, en el año 7, Cecina y el general Silvano, con 5 legiones, muchos auxiliares, casi fueron exterminados: la caballería tracia fue aniquilada, las legiones perdieron muchos tribunos y centuriones, y sólo su firmeza y una carga desesperada impidieron un desastre como en Teutoburgo. Luego se unieron a Tiberio, que además recibió refuerzos enviados por Augusto bajo el mando de Germánico. Tiberio tenía ahora 10 legiones (de ellos, 10.000 veteranos), 70 cohortes auxiliares (33.600 soldados) y 14.000 jinetes: casi 100.000 soldados. Pero Tiberio era un general muy prudente, y “prefiriendo la eficacia a la gloria”, vio que aquel ejército mastodóntico era una pesadilla logística de alimentar: el terreno montañoso dificultaba el transporte, y hacía imposible desplegar tanta tropas. Así que disolvió el ejército: envió a Cecina de vuelta a Moesia con 3 legiones, dio a Silvano otras 3 para luchar en Iliria oriental, y el propio Tiberio y Germánico con otras 3 lucharon en Iliria Occidental; el resto, fue enviado a sus casas.
14º. La estrategia “fabiana” desesperó a Augusto, que quería una victoria rápida, pero en el duro invierno del 7/8, los ilirios sufrieron muchas privaciones, mientras, los romanos, gracias a Tiberio, pasaron un cómodo invierno en los cuarteles. Prono estallaron disputas entre los rebeldes y sus líderes: el líder Bauto de los panonios se hizo con el poder en su tribu, los breucios, buscando el reconocimiento romano; el otro Bauto, líder de los dálmatas le emboscó y ejecutó, pero ello provocó que los breucios rindiesen sus armas ante Tiberio en el río Bosna el 3 de agosto del año 8, y con ello, toda Panonia quedó en poder de Roma. La guerra parecía ganada, y Tiberio fue llamado a Roma, encargando someter Dalmacia a Emilio Lépido y Germánico. Pero la imprudencia de Germánico, que sufrió muchas bajas en el asedio de Retino, mientras “la guerra se generalizaba”, hicieron que “Augusto enviara de nuevo a Tiberio” en el año 9, que formo tres ejércitos coordinados para barrer Dalmacia, liderados por Silvano, Lépido y el mismo Tiberio con Germánico, que marcharon contra el líder rebelde Bauto, refugiado en una inexpugnable fortaleza rodeada de precipicios y arroyos. El asedio se alargó, y las legiones sufrieron mucho por las dificultades y emboscada, y casi estalla un motín, que Tiberio sofocó permaneciendo tranquilo.
15º. Finalmente, los dálmatas salieron de la fortaleza para librar un duro combate, que Tiberio observó y dirigió desde una tribuna, para tener visión completa. Los ilirios arrojaron desde las alturas gran cantidad de piedras con hondas, flechas, jabalinas e incluso “ruedas, y carros y cofres llenos de piedras” contra las legiones que trataba de tomar las cumbres, formando “tortugas” para ascender por las abruptas laderas. Desde su tribuna, Tiberio impidió que sus tropas se retirasen mandando continuos refuerzos allí donde era necesarios. Pero todo en realidad era una distracción: Tiberio había enviado, dando un gran rodeo, muchos legionarios por otros caminos, que atacaron a los ilirios por la espalda, causando gran confusión: “puestos en fuga, no pudieron volver a las murallas”, y los legionarios los masacraron. Bauto aceptó rendirse a cambio del perdón de sus vidas, y cuando se presentó ante la tribuna de Tiberio, éste, que ya dos veces había conquistado a los ilirios, le preguntó al líder porqué se había sublevado con tanta saña. Bauto contestó: “Vosotros sois los culpables: enviáis lobos, y no perros y pastores, a cuidar de vuestro rebaños”, en referencia a la corruptela de los gobernadores romanos. Ello se quedó grabado a fuego en Tiberio, que cuando fue emperador, atajó la corrupción en las provincias, diciendo que “un pastor esquila a sus ovejas, pero no las despelleja”.
16º. La guerra fue terrible “con la pérdida de muchos hombres y de enormes recursos”, dejando las arcas imperiales vacías, pues “se obtuvo un botín muy escaso”. Tiberio recibió un triunfo y Germánico y Valerio Mesala las insignias triunfales. Pero justo cuando se sometieron los últimos bastiones en septiembre del 9, “cinco días después de terminar una guerra tan importante, llegó de Germania una carta terrible”: Varo y sus legiones habían sido aniquiladas en Teutoburgo. las tres legiones de Varo fueron aniquiladas en Teutoburgo, por otro hombre adiestrado por los romanos: Ariminio. Las conquistas de casi 26 años (-17/9), se perdieron. Y Tiberio, una vez más, fue enviado a sofocar otro incendio. Pero esta vez, en su 8ª guerra (10-12) sólo lanzó incursiones para asegurar la frontera del Rin. En el 12, Augusto lo convocó a Roma para que gobernase a su lado, pues era muy anciano y se sentía sin fuerzas. A su muerte (14) Tiberio era ya de facto un co-emperador. Pero pocos podían alardear de haber librado 8 guerras, conquistado tantos territorios, y no haber sufrido ninguna derrota. De haber sido un general de la República hubiese recibido los apodos honoríficos de “Arménico”, “Alpino”, “Germánico”, “Dalmático”, “Panónico” e “Ilírico”. Él prefirió ser simplemente Tiberio.
Atentamente, el autor ©Jose Miguel Delgado Valerio.
Fuentes clásicas. Veleyo Paterculo: “Historia romana”; Suetonio: “Vidas de los Doce Césares”. Dion Casio: “Historia romana”.
Fuentes modernas: “Roma” de Javier Cabrero y Félix Cordente. “Augusto, de revolucionario a emperador” de Adrian Golsworthy
En las imágenes. 1º. Asalto a Andretrium en la guerra ilírica (Autor: Adam Hook); 2º Tiberio, Autor: Cnyborg, 3º Mapa del Imperio de Augusto. Las zonas en verde y verde claro serían las conquistadas por Tiberio. Autor: Cristiano.