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2-Istoria ramane pasiunea mea nr-1!
26 de mayo de 17. El Triunfo de Germánico por la victoria sobre Arminio y la venganza de Teutoburgo.
1º. Germánico quedó al frente del ejército del Rin en el año 12, cuando Tiberio fue convocado junto al moribundo Augusto para gobernar. Tiberio fue el maestro de Germánico en la guerra iliria y germana: un veterano general invicto con 30 años de experiencia, que nunca perdió una batalla ni una guerra. Pero Germánico mostró siempre un estilo más agresivo y también más temerario y arriesgado, más en la línea de su difunto padre, Druso Claudio, y del estilo “tradicional” romano. Sus primeras campañas (12/13) fueron poco más que grandes incursiones para devastar la antigua provincia romana de la Magna Germania, conquistada por Druso y Tiberio y perdida por la incompetencia de Varo en Teutoburgo (9).
2º. Al morir Augusto (14), las legiones del Danubio y el Rin se rebelaron, por las duras condiciones del servicio militar tras la gran rebelión iliria (6-9) y la derrota de Teutoburgo. Druso Julio, el hijo biológico de Tiberio, sofocó rápidamente la revuelta del Danubio; a Germánico, la del Rin le costó más. La Legión XXI, formada por hombres de la propia Roma, sabedores de la impopularidad de Tiberio, le ofrecieron sublevarse, cosa que Germánico rechazó; su dramático gesto de amenazar con suicidarse si las legiones no deponían su actitud, se convirtió en burla cuando un legionario le ofreció su espada. Germánico tuvo que evacuar a su familias, pagar los atrasos, licenciar a los veteranos, y usar la fuerza de las cohortes pretorianas y los auxiliares galos para imponer el orden a las legiones XXI y V, y lanzar una campaña contra Germania.
3º Germánico lanzó 3 campañas contra los germanos, para vengar Teutoburgo y recuperar Germania. En la 1ª (14) arrasó a la tribu de los marsos; y esa fue la tónica de su estrategia: una guerra de exterminio, de arrasar aldeas, campos y ganados, desplegando una cruel brutalidad. En la 2ª (15), los romanos atacaron con dos ejércitos dirigidos por Aulo Cecina y Germánico. Éste arrasó a los catos, capturó a la mujer embarazada de Arminio, recuperó un águila perdida, y logró llegar a Teutoburgo, dando sepultura a los cadáveres. Trabó combate con Arminio, sin vencer ninguno, y los romanos retornaron al Rín. Sin embargo, los ataques romanos, lejos de intimidar a los germanos, reforzaron su determinación y cohesionaron el liderazgo de Arminio, y los líderes pro-romanos como Segestes fueron expulsados. En su retirada por el norte, en las zonas pantanosas, en la batalla de los Puentes Largos, Aulo Cecina y sus 20.000 hombres casi fueron aniquilados en un nuevo Teutoburgo: perdieron el tren de bagajes, la caballería y muchas tropas; solo la impaciencia de los germanos, que contra las órdenes de Arminio, atacaron en masa, dio oportunidad a los romanos de vencerlos y retirarse. Y parte de las tropas de Germánico, enviada por la costa holandesa en barcos, fueron azotadas por una marejada ciclónica, perdiéndose muchos navíos y hombres.
4º. Tiberio montó en cólera: desaprobaba ese tipo de guerra que costaba muchas tropas, reforzaba la resistencia germana, asumía unos riesgos enormes, y drenaba las arcas imperiales sin aportar botín ni tributos para compensar, ni poner fin a la guerra. Tiberio decidió cancelar la guerra, ordenando a Germánico retornar para celebrar un triunfo. Pero el joven le ignoró. Lanzó la 3ª campaña en el 16, una guerra total y brutal, bien organizada y aprovisionada: tuvo su culmen en la doble batalla de Idistaviso, donde la gran alianza germana de Arminio fue completamente derrotada con muchas bajas. Pero la campaña terminó mal cuando en la retirada, habiendo descendido en barcos por el río Elba hasta el océano, una tormenta destruyó buena parte de la flota. Las pérdidas fueron tantas que se temió una rebelión; y para evitarlo, Germánico y el general Silio marcharon de nuevo con dos ejércitos contra los germanos, recuperando otra de las águilas de Varo. Cuando estas noticias llegaron a Tiberio, ordenó a Germánico regresar a Roma y celebró un triunfo el 26 mayo del 17: desfilaron la esposa y el hijo de Arminio, multitud de caudillos germanos presos, abundantes estandartes capturados, las águilas de las legiones recuperadas; Germánico fue aclamado al pasar en su carro, al que subieron sus 5 hijos, incluido el pequeño “Botitas” (Calígula). Oficialmente, la guerra había terminado.
5º. ¿Porqué Tiberio ordenó cancelar la guerra? Muy sencillo: era ruinosa y no estaba logrando sus objetivos. Tiberio fue mucho mejor general que Germánico. Tenía a sus espaldas una trayectoria militar impecable de 33 años (-21/12): intimidó a los partos para que devolviesen las águilas arrebatadas en Carreae a Craso; conquistó los Alpes, Iliria, Germania en dos campañas (-9/-7 y 4/6), y volvió a someter en una dura guerra (6/9) Iliria cuando se rebeló, derrotando a un ejército de 90.000 infantes y 6.000 jinetes que, como antiguos auxiliares romanos, luchaban como las legiones. Tiberio nunca perdió una batalla, nunca perdió una guerra, y como veterano general y estadista, Tiberio veía que la política de mano dura, de arrasar las tierras germanas, durante casi 30 años, solo había servido para unir a los germanos contra Roma, en especial tras las brutales campañas de exterminio de Germánico. Además, la excesiva temeridad de Germánico casi provocaron nuevos Teutoburgos: la flota estaba destruida, las bajas eran muy numerosas, y un ejército casi fue aniquilado: se calcula que unas 25.000, el mismo número perdido en Teutoburgo. Pese al poderío desplegado, no se había logrado nada salvo unir a los germanos: tanto recursos invertidos para solo incendiar campo y robar ganado. En realidad, Tiberio permitió a Germánico celebrar su triunfo para ocultar la verdad: su sobrino había fracasado estrepitosamente, donde Tiberio sí había triunfado.
9º. Y sobre todo, era ruinosa: Augusto, al morir, tras la guerra germana e iliria, dejó en las arcas solo 100 millones de denarios; Tiberio, tras su política de paz, dejó 2100 millones. Tiberio era consciente de la guerra germana podía arruinar el Imperio romano... igual que siglos después el Imperio español se arruinaría en la guerra de 80 años en Flandes, el Imperio francés en las campañas españolas y rusa, y el Imperio soviético en Afganistán. Germania nunca podría pagar el equivalente en tributos al coste no ya de la conquista, si de las legiones, provisiones y materiales necesarios paga establecer un control permanente. Historiadores como Tácito o Suetonio, llevados por su animadversión (o de sus fuentes) hacia Tiberio, engrandecieron la figura de Germánico; diciendo que sólo necesitaba una campaña más para dominar Germania; pero la realidad era otra. En la publicación de mañana explicaré como la nueva política de diplomacia e intimidación de Tiberio resultó mucho más beneficiosa, a nivel económico y político, que la guerra de destrucción, y que logró mejores resultados.
10º. Podría haber hecho una publicación épica, diciendo lo glorioso que fue Germánico y lo malo y envidioso que era Tiberio, y cosechar muchos “likes” y comentarios. Pero quienes me venís leyendo desde hace casi un año, sabéis que no me gusta ser populista, sino tratar las cosas con objetividad y realismo.
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